REVISANDO-ME
En todo mi trabajo siempre existen parámetros comunes. Por un lado la geometría, usada siempre para la no concreción e iniciar un principio hacia cierta ambigüedad. Por otro lado, podemos hablar de lo “representado” en ellas. En este caso, como siempre, que me interesa aquello que pasa por delante de nuestros ojos y parece no tener importancia. De este modo intento que todas las obras nos conduzcan hacia la realidad más cercana. Pretendo que esa familiaridad produzca inquietud, L´ETRANGE FAMILIER (aquello que es extraño y familiar y produce un desconcierto marcado por el signo de la ambigüedad).
En el caso de los grabados realizados en Casa Falconieri, son simplemente una experiencia formal, una experiencia desde la geometría que reside en mis esculturas, el reto es la existencia de una coherencia entre ambas.
Puedo hablar de reto porque precisamente han sido eso, un enfrentamiento ante la búsqueda de una solución que pensé que solo podría encontrar en aquello resuelto de forma tridimensional.
Debo decir que el resultado es una amagalma de piezas emergentes de ese proceso de experimentación desarrollado siempre desde la adquisición de nuevos conocimientos en el campo del grabado como pieza única y por supuesto ese intento por encontrar un lenguaje propio en donde la escultura y la instalación han sido mis principales herramientas.
Acabaré diciendo que estas obras son solo el principio de una apertura de mi propio lenguaje, una herramienta más con la que sentirme identificado a la hora de generar nuevas ideas en este largo proceso que es la creación plástica.
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